Tras su marcha ha acabado viviendo tres años en la isla griega de Creta, eso sí, por voluntad propia y no desterrado como Dédalo. Tierra de mitos y leyendas, el centrocampista se ha convertido en uno para el FC Platanias, modesto club que ha vivido un sueño desde su llegada.
Hablamos con él de sus años en Murcia, la situación de Grecia y su fútbol, la vida en ese paraíso terrenal y sus planes a corto plazo.
¿Qué recuerdo tienes de tus años en Murcia?
Fueron cuatro años fantásticos en una ciudad genial, el recuerdo es muy grato.
¿Y de Iñaki Alonso?
Iñaki es un gran entrenador. Ahora está haciendo un gran trabajo en el Compostela, pero creo que podría trabajar en una categoría superior.
El año del ascenso fuiste básico, pero tras el salto a Segunda y la llegada de Iturra no participaste lo que te habría gustado…
Es cierto, creo que jugué unos 20 partidos. Llegó Iturra que es un gran jugador, no hay más que ver su trayectoria en Málaga y Granada, y además tuve varias lesiones que no me dejaron tener continuidad.
Aquella temporada se arranca muy bien pero en la segunda vuelta el equipo se vino abajo. ¿Lo achacas, como Iñaki Alonso, a la relajación por verse casi salvados?
Como dices hicimos una primera vuelta muy buena, rondando incluso los puestos de promoción, pero no sé si por esa relajación nos acabamos complicando la vida. También hubo partidos que se nos escaparon por mala suerte, y que de haberlos tenido de cara habría cambiado la historia. Con eso y algún refuerzo en invierno nos habríamos mantenido cómodamente o incluso algo más.
Jugaste en el mejor Imperial de los últimos años. ¿Se veían ya las condiciones de aquellos jugadores?
Sí, sin duda. Yo llegué del Leganés y a los pocos entrenamientos me quedó claro la clase de futbolistas que había en la plantilla. Kike, Sergio Escudero, Trigueros…estuvimos prácticamente toda la temporada en puestos de promoción por el ascenso a Segunda, y eso no es cualquier cosa.
¿Decidiste salir de España por razones económicas o ganas de vivir la experiencia?
Fueron varias cosas. Yo quería salir y conocer una nueva liga, un nuevo país. Tenía alguna propuesta de la segunda española, pero al no haber participado mucho en el Murcia ese año no eran demasiado atractivas. Llegó la oferta del FC Platanias, un primera griego, y no me lo pensé dos veces.
¿Cómo han sido estos años en el Platanias? Imagino que es bonito vivir la etapa dorada de la historia de un club.
A nivel personal genial. He jugado el 90% de los partidos estos tres años y tanto la afición como el club están contentos conmigo. Es un equipo modesto, que ha estado habitualmente en la tercera o cuarta división. Con la llegada del nuevo presidente se consiguieron varios ascensos consecutivos y mantenerse tres años en la Super Liga, en la que nunca había participado. Un gran éxito que responde a lo bien que se viene trabajando.
Platanias es un pequeño pueblo en la Isla de Creta. La vida no debe ser precisamente agobiante, y menos en contraste con tu Madrid natal.
Sí, la verdad es que la calidad de vida es increíble. Es un pueblo muy pequeñito que vive casi exclusivamente del turismo, bares, restaurantes, tiendas y demás. La gente trabaja siete meses al año, en invierno hay mucha calma y en verano mucha actividad, parece Ibiza (risas). Y las playas son una maravilla.
Cuando llegaste la situación política y económica ya era delicada, ¿se percibe en la calle la gravedad de las circunstancias?
Bueno, Creta es un poco una burbuja en comparación a Atenas y otras zonas de Grecia. Al vivir casi exclusivamente del turismo, que se ha resentido poco, la crisis ha afectado mucho menos. Claro que se nota, y que la situación no es fácil, pero a otro nivel.
Tras la llegada del nuevo gobierno y los terribles incidentes en un Olympiakos-Panathinakos se produjo un parón en las tres primeras divisiones, con el objetivo de modernizar el fútbol griego y aumentar su seguridad. ¿Se ha reducido la violencia en las gradas?
Es un problema constante, aunque nuestra afición es tranquila y se dedica a animar a su equipo sin más. En los tres años que estoy aquí ha habido incidentes graves, incluso muertes, por lo que me parece normal que se pare la liga y se adopten las medidas de seguridad necesarias, entradas electrónicas, cámaras etc. Pero habrá que esperar hasta la temporada que viene para ver los resultados.
Has coincidido allí con varios jugadores españoles, como Toni Moral o Jaime Gavilán. ¿Os ha supuesto un problema el idioma?
Al ser un enclave turístico la verdad es que habla inglés todo el mundo. Sé y entiendo algo de griego, pero nos solemos comunicar en inglés.
¿Cual es el nivel actual del fútbol griego en relación al español?
Creo que PAOK, Panathinaikos y Olympiakos podrían jugar sin problemas en Primera División española. El resto puede estar en el nivel de Segunda.
¿Acabas contrato este año?
Sí. El presidente me ofreció renovar por uno o dos años, a mi elección, pero no voy a seguir. Creo que se ha acabado mi etapa, han sido tres años muy buenos pero es hora de plantearse nuevos retos.
¿Te planteas volver al fútbol español?
En principio tengo ganas de seguir fuera, conocer una liga y un país diferentes. Hay una cosa cerca de cerrarse y a ver si durante esta semana lo podemos confirmar.
¿Si surgiera la posibilidad de volver a Murcia, pese a ser en Segunda B, te lo replantearías?
La verdad es que me gustaría mucho volver al Murcia. Estuve allí cuatro años muy felices, es difícil mantenerse más de ese tiempo en un club de ese nivel. Pero este año es complicado, ya te digo que hay algo que está cerca de concretarse.
La última. ¿El mejor jugador con el que has compartido vestuario?
Están los tres de los que hemos hablado: Kike, Sergio Escudero y Manu Trigueros. Luego de gente como Movilla, Guille Pereyra o Álvaro Mejía aprendí mucho por su experiencia y por lo grandes futbolistas que son, me fijaba mucho en ellos.